¿Necesito 24, 27, 34 pulgadas o más? ¿Full HD, 1440p o 4K? ¿Curvo o plano? ¿Importa el HDMI 2.1? ¿HDR? Si acabas de lanzarte en paracaídas al campo de batalla de los monitores gamer sin un mapa, estas son solo algunas de las preguntas que puedes tener. Esperemos que esta guía te ayude a orientarte en el entorno. 

La compra de monitores para juegos es mucho más complicada que la de otros tipos de pantallas, al menos si eres como la mayoría de nosotros y estás sujeto a limitaciones de presupuesto. Esto se debe a que tienes que tener en cuenta el tipo de juegos que juegas y las capacidades de tu GPU a la hora de calcular las compensaciones para ahorrar dinero.

El resumen

Si no quieres dedicar mucho tiempo a pensar en ello, mi recomendación rápida es una pantalla plana IPS de 27 pulgadas con una resolución de 1440p (quad HD) y una tasa de refresco de 144Hz o superior y DisplayHDR 600 (o el equivalente). Normalmente se pueden encontrar bastantes opciones en el rango de precios de 250 a 500 dólares. 

Si necesitas un monitor más barato o más pequeño, puedes optar por un modelo de 24 pulgadas de 1080p (también conocido como Full HD) con una frecuencia de refresco de 144 Hz o superior; puedes encontrarlos entre 150 y 250 dólares. 

Si quieres un monitor realmente bueno -de 32 pulgadas o más con resolución 4K-plus con frecuencias de refresco a partir de 120Hz y HDR con 1.000 nits o más de brillo-, por lo general espera gastar más de 1.000 dólares. 

Lo mismo ocurre a menudo con las tecnologías de vanguardia, como la QD-OLED (aunque todavía no sabemos cuánto costará el modelo de 34 pulgadas de Alienware).

A mí me parece que 24 pulgadas se quedan pequeñas, sobre todo si el monitor sirve de pantalla de trabajo durante el día o si juegas con mundos amplios. Pero cualquiera de los dos debería ser capaz de manejar la mayoría de los tipos de juegos. 

Si quieres conectarte a la vez a una consola y a un PC, casi cualquier monitor reciente funcionará, pero algunos están optimizados para la tarea en tamaños grandes -actualmente de 42 pulgadas o más- con una lista explícita de las características HDMI 2.1 que te interesan, como los metadatos HDR dinámicos (si quieres HDR) y la frecuencia de actualización variable. Además, costarán bastante más de 1.000 dólares.

Para ahorrar dinero, al menos a corto plazo, no compre en exceso. Si tienes un sistema de hace tres años con una GPU que te permite obtener 90 imágenes por segundo en 1440p en los juegos que más juegas y no tienes previsto actualizarlo de forma significativa a corto plazo, puedes ahorrar dinero si no optas por el modelo de 240 Hz.

Recomendaciones rápidas

Dentro de las limitaciones de tu presupuesto y del espacio de tu escritorio, compra monitores gamer más grande que puedas para las configuraciones de un solo monitor. Rara vez te arrepentirás de haber comprado un monitor demasiado grande, pero con frecuencia te arrepentirás de haber comprado uno demasiado pequeño. 

También hay monitores súper panorámicos con relación de aspecto 21:9 (a veces catalogados como 2,35:1), muchos de los cuales son pantallas de 34 pulgadas con una resolución inferior a 4K. 

Ten en cuenta las relaciones de aspecto que admiten tus juegos favoritos. Si sólo ofrecen opciones de 16:9, configurarlos para un monitor panorámico de 21:9, 24:10 o 32:9 puede ser molesto y frustrante; también puedes ahorrar algo de dinero.

Resoluciones mínimas recomendadas para juegos: 24 pulgadas, 1.920×1.080 píxeles; de 27 a 32 pulgadas, 2.560×1.440 píxeles; de 34 a 39 pulgadas, 3.440×1.440 píxeles; de 43 a 49 pulgadas, 3.840×2.160 píxeles. 

Hay que tener en cuenta que casi todos los monitores de 49 pulgadas tienen una resolución de 3.840×1.080 píxeles, que es inferior a mi umbral recomendado. Para conocer el fundamento de estas sugerencias, lee la sección en la que hablo de la densidad de píxeles.

Asegúrate de que el soporte puede ajustarse a la altura adecuada para que puedas utilizarlo cómodamente e inclinarlo hasta un ángulo utilizable. Dependiendo de sus necesidades, también puede querer un soporte que pueda girar o permitir que la pantalla gire 90 grados para usarla en orientación vertical. 

Esto puede ser útil si quieres combinar varios monitores gamer para conseguir una altura vertical mayor que la que podrías conseguir en un solo monitor. 

Elige uno que te resulte atractivo porque lo mirarás mucho. También puedes pensar en modelos que admitan la coordinación de la iluminación entre dispositivos, como Chroma de Razer o Aura Sync de Asus. 

También querrás un soporte que tenga un buen aspecto y que cuente con una buena gestión de los cables, que te permita pasarlos por un agujero o un canal para mantenerlos unidos. La gestión de los cables puede ser importante si el monitor tiene un concentrador USB, ya que también querrás mantener esos cables bajo control.

Para utilizarlo con una consola Xbox Series X o PlayStation 5 (cuando por fin aparezca esa actualización de firmware), querrás un monitor con un puerto HDMI 2.1 que indique explícitamente que es compatible con 4K a 120 Hz con actualización variable (también llamada VRR).